A Sánchez se le ha aparecido la Virgen de las Desgracias, que le regala el milagro de no tener que gobernar para mandar; y la UE está a punto de cometer el error que nos condenará definitivamente a la ruina. Pero, eso sí, lo votarán los 27. Que no se diga que no se guardan las formas, aunque tampoco se guarden. Nuestros gobiernos no están de acuerdo en cómo frenar la brutal subida de aranceles de Trump. Pero olvidan que ya lo intentó en 2018 subiendo los aranceles a China, y fracasó. Lo que ingresó por la subida fue menos de lo que gastó para compensar sólo las pérdidas del sector de la soja.
Pero allá los norteamericanos, que es a los que Trump sube el precio de lo que compraban, que ahora será más caro. Salvo sectores concretos, nuestro mercado es Europa; ni EEUU ni menos aún China. El cáncer de la UE es que impone a los países miembros más aranceles que los de Trump. Según el FMI, las mercancías europeas se encarecen dentro de la UE un 44% por la presión de sus regulaciones e impuestos, o sea, sus aranceles internos. Eso, en bienes. En servicios, más del 100%. Esa presión fiscal en lo que nació como Mercado Común lastra mortalmente la competitividad de las mercancías europeas. La zancadilla de Trump empeora las cosas, pero no demasiado. Y, ante esta ocasión de rectificar, queremos seguir arruinándonos.
Rebajando sólo la mitad de ese 44% de sobrecoste que imponen a nuestras mercancías las infinitas regulaciones ecológicas, que son aranceles internos, la subida de Trump sería intrascendente. Y no hay que pedir permiso a nadie, ni siquiera a esos lobbies verdes mimados por los políticos rojos. Valencia ha sido y es víctima de la monumental estafa del cambio climático. La Ley de la Huerta de Ximo Puig prohibía limpiar los cauces de los ríos, y ahí se acumuló la metralla vegetal y mineral que activó la dana. Pero toda la UE está maniatada por la absurda idea de salvar el planeta, cuando nuestra economía no alcanza el 10% de la mundial. Y China, India, Rusia y África, que también están en el planeta, se ríen de la Agenda 2030 y aprovechan el suicido energético europeo. Quiten esos impuestos, aligeren el lastre fiscal de nuestras empresas y olvídense de Donald Trump.
España vende sus mercancías básicamente en Europa, y vendería mucho más sin tantos aranceles internos. Claro que eso es lo último que quiere Sánchez, ese arancel que llevamos al cuello.
17 Comentarios
@catoblepas #14 Y mantener el Pegassus bien encerrado en la caja fuerte del Mojamé. No se olvide.
Muy buen artículo. Trump precisamente quiere utilizar lo recaudado por aranceles para rebajar la fiscalidad interna.
@cyndre #12 El problema del ecologismo es que, por mucho que los principios en ello sean buenos (a fin de cuentas, más eficiencia, reciclaje, reducción de impacto, etc. son generalmente algo positivo) hay mucho vividor anclado ahí y la orientación del movimiento tiene mucho de idealismo o poco de realidad, lo que favorece cierto fanatismo en muchos de sus defensores.
Europa o España ponen más "aranceles" a sus productos agrícolas que a los de Marruecos, vayan a supermercado y verán que de algunos productos no hay posibilidad de escoger, todos son de Marruecos, entre tanto nuestros agricultores están ahogados con el SMI, impuestos, normativas, etc. también pueden preguntar al dueño de Sargadelos. Tenemos que alimentar a infinidad de parásitos y comegambas.
@Delineante #6 El problema es que ese penúltimo punto no es realmente cierto para muchos, a fin de cuentas la "lucha por el cambio climático" siempre se hace a costa de los mismos sectores de la población, véase p.ej. la manifestación animalista de ayer en favor del lobo y contra el "lobby ganadero" que apenas pide poder subsistir sin pagar el pato por todos y todos en un medio rural que agoniza gracias a este perfil de políticas y los hijos del cual no tendrán esa "vida mejor garantizada" que dice pues incluso va a echar a los que quieran mantenerse ahí.
Lo del ecologismo empecé a verlo como una estafa cuando hace 8 años me cobraron 5 euros para poner una pegatina medioambiental en el coche y que era obligatoria. Este es solo un pequeño detalle pero hay miles de ecotasas que inundan nuestra vida y de las que no somos conscientes.
Pues lo mismo que va diciendo Abascal, los impuestos verdes son los que realmente nos hacen daño y deberían desaparecer.
Estoy seguro que el articulista, en su siguiente artículo, se va a sacar un mercado colosal al que vender los productos europeos en vez del estadounidense para evitar los aranceles. Yo esperaré aquí sentado.
Tienes razón Federico, europa es un lastre económico para los europeos, no puede ser que se asfixie al campo español y se permita todo a marruecos que no tiene control fitosanitario, y los burócratas de bruselas solo miran por ellos , impuestos, normas y pamplinas ....
Enhorabuena Federico por el artículo. Le sigo desde hace tiempo y agradezco su independencia de cualquier partido político. Es de agradecer, que se nos hablen desde la libertad y el respeto denunciando cualquier intento de manipulación por parte de quien sea.. sigue adelante !!