Memorias y 3 | JOSÉ LUIS MERINO | Abogado y periodista, ex redactor jefe de "La clave" de Balbín

"A los de 'La clave' nos sacaron de TVE por un programa sobre la movida nacional"

"Alonso Puerta fue vetado porque denunció la corrupción de la tasa de basura en el Ayuntamiento de Madrid"

José Luis Merino, en la conversación con LA NUEVA ESPAÑA. / MODEM PRESS

J. MORÁN

José Luis Merino (Ciaño Santa Ana, 1934), abogado y periodista, concluye sus "Memorias" para LA NUEVA ESPAÑA rememorado su trabajo con José Luis Balbín en "La clave".

Leer para Balbín. "En 1977 empiezo en 'La clave', porque un día de primavera me encuentro con José Luis Balbín, con el que siempre tuve muy buena sintonía como asturianos y por mi afición al periodismo. Me preguntó cómo me iba y le dije: 'Estoy en la gloria y lo que hago en mi tiempo libre es leer, leer y leer'. Y me dice: '¿Te apetecería leer para mí?'. Me contó que después de hacer los 12 primeros programas de 'La clave' les habían echado de TVE, 'pero iniciamos una nueve etapa y tú podías incorporarte como documentalista'. Me pareció estupendo y me dijo que fuera a una reunión en la cafetería Las Bridas, en la calle José Abascal. Allí fui y me encuentro con 12 o 14 insensatos encabezados por Balbín. '¿Y estos tíos van a hacer un programa de televisión?', pensé yo todo serio con mi traje, como quien va a una reunión en un ministerio. Allí estaba Carlos Pumares, que está casado con una ovetense, y Rosalía González de Haro, hoy viuda de Martín Ferrand, José Manuel Otero, Javier Vázquez, que era el redactor jefe, o Ladis, que se incorporó después. También pasaron documentalistas muy buenos, como Daniel Sueiro, Jesús Torbado, Máximo San Juan o Juan Sierra y Gil de la Cuesta, que había sido director de Cultura con Torcuato Fernández-Miranda y que fue el que autorizó desde el Movimiento las películas de Martín Patino, como 'Caudillo' y alguna otra. Aquella reunión de Las Bridas era una de tormenta de ideas, y mi papel sería leer todo lo posible durante una semana y prepararle unos seis folios a Balbín con una síntesis del tema de cada programa y sus posibles polémicas".

Renuncia a un "cargazo". "Seguí con mis mutualidades y a finales de 1978 hay un decreto importantísimo por el que desaparecen el Instituto Nacional de Previsión y las mutualidades, para crearse el Instituto Nacional de las Seguridad Social (INSS), el Instituto Nacional de la Salud (Insalud) y el Instituto Nacional de Servicios Sociales (Imserso). Sin contar conmigo me nombran subdirector provincial del INSS en Madrid, que era un cargazo, pero a mí me cabreó que no me hubieran consultado. Hablé con el director general de la SS y renuncié a ese puesto para incorporarme a asesoría jurídica del INSS como letrado. Luego pasé a la jefatura de los servicios jurídicos del Imserso, para volver después a la jefatura del INSS. En otra reorganización de los servicios jurídicos me mandaron al Insalud, que tenía mucho más prestigio, ya que había pasado por allí gente de mucho nivel, como Villar Palasí o Alonso Olea. Era el año 1979 y allí estuve hasta que me jubilé en 2004, pasando por letrado y luego jefe de la asesoría jurídica".

Para dar y tomar. "En 'La clave' empecé de documentalista, pero poco después Fernando Castedo, director general de RTVE, nombra a Balbín director de programas especiales y creó la tira de ellos. Uno, sobre el mundo del motor, se lo encarga a Javier Vázquez y entonces me nombra a mi redactor jefe de 'La clave' y me dice que en los programas traslade yo las preguntas de los espectadores en pantalla. En 1982 gana el PSOE las elecciones generales y nombran a Balbín director de los servicios informativos. Al día siguiente me dice: 'Con esto de los informativos no sé si dejar 'La clave'', y yo le repuse: 'No te preocupes, que yo te echo una mano, porque en 'La clave' hay temas para dar y tomar'. Tanto es así que le suplí lo más que pude y hasta presenté algunos programas, tres o cuatro. Cuando empecé a salir en pantalla recibí un escrito de la dirección general de la Administración Pública en el que me decían que era incompatible con mi trabajo, pero recurrí, se apaciguó el tema y seguí con las dos cosas".

Duro para el Gobierno. "'La clave' duró en TVE hasta diciembre de 1985, pero antes se fue cociendo el echarnos. Hubo un programa previsto con el asturiano Alonso Puerta, que había denunciado la corrupción en la tasa de basuras del Ayuntamiento de Madrid y lo vetaron fulminantemente para el programa. En ese momento, Balbín desapareció y se fue a Alemania, pero ni yo sabía dónde estaba. Era el redactor jefe y me llamaban a mí para preguntar. Mi mujer suele decir que lo que más valora en mí es que nunca me ha cogido en una mentira. Mentir no compensa nunca, porque hay que tener mucha memoria. En aquel entonces me preguntaban por Balbín y respondía que no lo sabía, y era la verdad. Teníamos siempre un programa de reserva, grabado para una emergencia, y metimos esa semana uno que era 'Napoleón en España'. Volvió Balbín y negoció con TVE que tenía que hacerse el programa de Alonso Puerta o se acababa 'La clave'. Y al cabo de un tiempo se hizo con Tierno Galván, Álvarez del Manzano y Alonso Puerta, entre otros. Salió el programa con toda naturalidad, pero quedó tocado. Luego hubo otro programa sobre la OTAN que les hizo mucho daño. Lo mejor era el título: 'OTAN, de salida ¿qué?', y fue duro para el Gobierno, porque, claro, Felipe González en persona había dicho que había que salir de la OTAN y luego dijo que él se encargaba de la gente, porque era un dominador de la opinión pública. Pero 'La clave' fue muy crítica con el Gobierno por esos cambios de ideas".

Al Palace. "Para el 27 de diciembre de 1985 estábamos preparando un programa titulado 'La movida nacional' y en TVE, con la mosca detrás de la oreja, preguntaban de qué iba eso y quiénes estaban invitados. El 20 de diciembre el programa fue '20 años del Concilio Vaticano II', y ya se adivinaba que nos podrían suprimir el del 27 de diciembre, con su nombre ambiguo. Y así fue porque nos echaron físicamente, nos desalojaron del 'Pirulí', la sede de TVE en la que trabajábamos. Ese programa se hizo, abierto para todas las televisiones, en el Hotel Palace y estuvieron Ramón Tamames, Fernando Castedo, José María Mohedano, Gerardo Iglesias y Alonso Puerta".

Revista con mecenas. "El 25 de enero de 1990 nace Antena 3 (acaban de cumplirse 25 años), y el día 25 comienza 'La clave' en esa cadena. Allí estuvimos tres años en los que también hubo programas conflictivos, como uno que se llamó 'Juan III', por el conde de Barcelona. También hubo algún problema con el Opus Dei. Y se acabó 'La clave' en televisión, pero de 2001 a 2008 existió la revista 'La clave', que perdía dinero en todos sus números, pero tuvo la cobertura de una mecenas, Mercedes Cort. Me fue muy grato estar en el consejo asesor de la revista, con personas que nos reuníamos una vez al mes: Sabino Fernández Campo, Luis González Seara, Laura Roch o Ramón País, gente con muy buen criterio que siempre aportaba algo lúcido e interesante. También estuve con Balbín en tertulias de radio, seis o siete años en 'Hora cero' de Antena 3, de diez a doce de la noche y antes del programa deportivo de José María García. Por aquellas tertulias pasaron Federico Jiménez Losantos, Luis Herrero, Chicho Sánchez Ferlosio, Santiago Amón, José Luis Orosa, Teodoro González Ballesteros, etcétera. Después, Radio Voz, de la mano de Bieito Rubido, le ofreció a Balbín la tertulia 'La noche del urogallo', que duró poco tiempo".

Función social. "Y, finalmente, Mapfre fue otra etapa maravillosa. Ignacio Hernando de Larramendi, que era un hombre de grandes ideas, creó en 1984 la Comisión de Defensa del Asegurado de Mapfre. La Constitución había creado, a imagen del Ombudsman de los países nórdicos, el Defensor del Pueblo en la Administración, y Larramendi toma esa idea y la crea para Mapfre, que fue la primera empresa privada que establece esa figura en España (la segunda fue el BBVA). Preside la comisión Fernando Suárez y en 1988 me propone ser uno de los dos vocales. Le dije: 'No soy jurista de reconocido prestigio', pero él insistió porque haber sido director de la Mutualidad de Seguros me había dado conocimientos sobre ese mundo. Fue un trabajo excelente y creo que es la mejor forma de defender a la empresa y enaltecer la función social de ésta. Aquello me vino fenomenal porque en 2004, a los 70 años, me había jubilado en la Administración, pero hasta los 75 años Mapfre me vino muy bien desde el punto de vista psicológico tras la otra jubilación".

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