¿Una sucesión antes de lo esperado? Retrato total del que será Hassan III, heredero de Marruecos
La endeble salud de Mohamed VI ha reactivado las disquisiciones sobre la personalidad del príncipe. Reinará bajo la influencia de su madre, Lalla Salma, que tiene cuentas que ajustar con parte del entorno de su padre
Las imágenes fueron grabadas hace casi dos años, en abril de 2023, a la salida de la mezquita de Hassan II en Casablanca, después una velada religiosa presidida por el rey Mohamed VI. En ellas se observa cómo el ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Toufiq, se saltó por error el protocolo y se colocó justo detrás del monarca. Moulay Hassan, el príncipe heredero, le recordó con un gesto de la mano que ese no era su sitio, que debía estar detrás de él. El octogenario Toufiq acató y se apresuró en volver a su puesto en la fila.
Es uno de los pocos episodios, junto con otro en el que empuja a un escolta, en los que se ha visto actuar a Moulay Hassan, de 21 años, al margen de la rigidez del protocolo, espontáneamente. A partir de esas imágenes, y de un sinfín de rumores, las élites marroquíes sospechan que es un joven con carácter y se preguntan cómo se comportará el heredero cuando suba al trono.
La salud de su padre, de 61 años, es endeble. Hasta EFE, la cauta agencia de prensa española, recalcaba en su crónica sobre el último discurso del Trono de Mohamed VI el 30 de julio pasado, que "el rey apareció algo más delgado y pálido de lo habitual, con una voz quebrada con la que se equivocó en varias ocasiones al leer su texto". A finales de octubre, cuando recibió al presidente Emmanuel Macron en Rabat, el monarca caminaba apoyado en un bastón y, a principios de diciembre, se cayó y se rompió el húmero. Fue operado de inmediato. Era su cuarta intervención quirúrgica desde 2018 cuando se le practicó, por primera vez, la ablación de una arritmia cardíaca en un hospital de París.
"Hace casi 10 años que los marroquíes se preocupan por la salud de Mohamed VI", comentaba en noviembre Pierre Vermeren, catedrático de historia del Magreb en La Sorbona de París. "La sucesión es algo de lo que se habla desde hace tiempo", añadía. Desde el pasado verano, los decibelios de la conversación han subido, y mucho.
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El propio heredero es consciente de la fragilidad de su padre. Basta con ver cómo está pendiente, pese a la presencia de ayudas de cámara, de que no se tropiece al levantarse de la silla cuando acaba de pronunciar su discurso del Trono o la alocución con la que inauguró en octubre el año legislativo en el Parlamento.
Mohamed V, el abuelo del actual monarca, tuvo que elegir en 1961 entre sus dos descendientes varones quién heredaría el trono. Hassan II también tuvo que escoger y fue el primogénito, Mohamed VI, el designado para ser rey a partir de 1999. Ahora no hay dilema alguno. Solo hay un hijo varón que no solo es mayor de edad, sino que cumplió hace ocho meses los 21 años. Ya ni siquiera necesita que le asesore el Consejo de Regencia previsto por la Constitución marroquí.
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Para los marroquíes ,el heredero es un gran desconocido. Le han visto en televisión sustituyendo a su padre ausente del país, la última vez en noviembre, cuando el presidente chino Xi Jinping hizo una breve visita privada a Marruecos a su regreso de Brasil. Ha presidido un montón de ceremonias, desde las promociones del Curso de Estado Mayor en Kenitra hasta la inauguración de la ampliación del puerto de Tánger Med en 2019. Su padre debía hacerlo, pero se escabulló en el último momento.
La gran oportunidad de dar a conocer al heredero, de que mostrase su rostro más humano, fue quizás el terremoto que en septiembre de 2023 asoló el Alto Atlas y causó casi 3.000 muertos. Moulay Hassan apareció junto a su padre en la primera reunión de trabajo que este presidió en Rabat, nada más regresar de sus vacaciones en París, pero después no se le volvió a ver.
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Ni él ni su padre pisaron aquellas montañas cerca de Marrakech para comprobar los destrozos y consolar a las víctimas. Tras la DANA que golpeó a Valencia en octubre y las reiteradas visitas de los reyes de España a la zona, con las infantas incluidas, el contraste entre la actuación de ambas monarquías llama la atención a las élites marroquíes.
"Así como padre e hijo distribuyeron bolsas de comida a familias menesterosas en vísperas del Ramadan [en marzo de 2023], Moulay Hassan podía haber recorrido el Alto Atlas repartiendo ayudas a las víctimas del seísmo y, de paso, abriendo telediarios, pero no se quiso que lo hiciera", comenta un diplomático marroquí jubilado. "Se desaprovechó así la ocasión de estrechar lazos entre el heredero y el pueblo", se lamenta.
Tampoco los políticos extranjeros ni los miembros de familias reales a los que Moulay Hassan recibió en Rabat en ausencia de su padre tienen muy clara la personalidad del heredero. "Es un joven educado, frío, taciturno, quizás algo tímido", comentó el acompañante de un antiguo líder europeo que efectuó una visita privada a Marruecos. "No es un derroche de simpatía, le cuesta sonreír, pero es amable", añadía.
Una vida asentada en Rabat
Moulay Hassan vive con su madre, Lalla Salma, de 46 años, y su hermana, Lalla Khadija, de 17, en Dar Es Salam, el palacio preferido de su bisabuelo Mohamed V junto a un gran campo de golf. Cuando acabó el bachillerato debía de haberse instalado en Benguerir, cerca de Marrakech, donde la Universidad Politécnica Mohamed VI posee un anejo, pero se resistió. Conocida como la UM6P, esa universidad para las élites fue fundada en 2013 por el Office Chérifien des Phosphates (OCP), la mayor empresa pública marroquí.
Se quedó en Rabat, donde estudia, en esa misma universidad, en la Facultad de Gobernanza, Ciencias Económicas Sociales, aunque ha hecho algunas incursiones en los cursos de derecho de la Universidad Mohamed V. Muy a pesar de los militares, no ha cursado parte de sus estudios en la Academia Real Militar de Meknes, donde se forman los oficiales marroquíes. Tampoco pasó una temporada en una universidad extranjera, como sí lo hizo su padre en la francesa Sophia Antipolis (Niza) donde en 1993 sostuvo una tesis doctoral con mención "muy honorable". Cuatro años antes Mohamed VI hizo incluso unas prácticas en Bruselas, en el gabinete de Jacques Delors, entonces presidente de la Comisión Europea.
Al margen de la universidad, Moulay Hassan tiene un profesor particular que le da una clase semanal de economía. Es Noureddine Bensouda, compañero del rey en el Colegio Real de Rabat y hoy en día Tesorero General de Reino. Es un economista fascinado por el desarrollo de China, a la que describe en sus conferencias como "uno de los países más inspiradores del mundo".
A diferencia de su padre, Moulay Hassan no ha tenido niñeras españolas que le enseñaran de pequeño la lengua de Cervantes. Aun así, el español es uno de los cuatro idiomas —los otros tres son el árabe, el francés y el inglés— que domina y en el que se le ha escuchado hablar y hasta cantar en el colegio. Al tiempo que tocaba la bandurria entonaba subido en el estrado "De colores se visten los campos en primavera", una canción infantil mexicana.
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La educación de Moulay Hassan adolece, sin embargo, de un doble déficit. Por un lado, una estancia académica en el extranjero, que le hubiera proporcionado un mayor conocimiento del mundo necesario en un Marruecos que tiene una dinámica política exterior. El otro punto débil es la escasa experiencia en materia de gobernanza. Su padre no le ha enseñado a trabajar, quizás porque él mismo reducía con el paso del tiempo su dedicación al oficio de rey y despachaba por teléfono, desde París o desde Gabón, los asuntos de Estado.
El ocio del heredero del trono transcurre en Rabat entre el moderno Dwaliz Skybar, que frecuenta con sus amigos, y el entrenamiento con su coach, el brasileño Thier Tavares, que llegó a la capital recomendado por el jeque Mohamed bin Zayed, presidente de los Emiratos Árabes Unidos, para quién trabajó. Practica la esgrima, la equitación, el baloncesto y se le ha visto jugar al fútbol con hijos de militares en el inmenso polideportivo de Maâmura perteneciente a las Fuerzas Armadas. También le gusta ver el fútbol y en un vídeo laudatorio sobre su costa vida, puesto en circulación en abril de 2023, se asegura que es un fan del Barça y un admirador de su principal estrella, Lionel Messi.
Cuando tenía 19 años se coló de incógnito entre los espectadores del multitudinario concierto de ElGrande Toto, entonces el más célebre de los raperos del mundo árabe, con 50 millones de seguidores en Spotify. Su presencia no evitó a Taha Fahssi, el verdadero nombre del artista marroquí, ser detenido poco después tras proferir "injurias, amenazas e incitar a la violencia" contra periodistas y un policía. Fue condenado, en enero de 2023, a ocho meses de cárcel, aunque no ingresó en prisión.
En ese mismo vídeo lisonjero, que firma Soufiane el Bahri, un propagandista de la monarquía en redes sociales, no se menciona a Lalla Salma, la madre del heredero. Es como si Moulay Hassan fuese huérfano de madre, aunque sea con ella, y con su hermana, con la que pasa gran parte de sus vacaciones.
Se le ha visto sufrir tras su divorcio con Mohamed VI, en marzo de 2018
Las últimas fueron en Courchevel (Alpes franceses) donde estuvieron esquiando en Nochevieja. Antes, a principios de julio, se les vio en la isla griega de Mykonos con la parafernalia de lujo que caracteriza sus desplazamientos. Tres aviones Boeing con unos 70 pasajeros, incluidos los amigos del príncipe, aparcaron en el aeropuerto y una larga caravana de SUV que les condujo desde la pista hasta las suntuosas villas que había alquilado Lalla Salma. La ingeniera de clase media que se graduó en la Escuela Nacional Superior de Informática y Análisis de Sistemas (ENSIAS) ha ido adquiriendo gustos de lujo.
Esa proximidad entre madre e hijo, reflejada en unas bonitas sonrisas inmortalizadas en unas fotografías tomadas en julio en una playa griega, coloca a Moulay Hassan en un bando: el de Lalla Salma. Le ha visto sufrir tras su divorcio con Mohamed VI, en marzo de 2018, sometida a restricciones en sus desplazamientos y ninguneada por el resto de la familia real. Le dolió especialmente cuando, un mes después del divorcio, falleció su abuela materna, Fatma Abdellaoui Maâne, y escasearon los pésames. Fue su abuela la que la crió tras la muerte de su madre cuando acababa de cumplir los tres años.
En vísperas de la ruptura del matrimonio, unas publicaciones efímeras y desconocidas, afines de los servicios secretos, como Le Crapouillot Marocain, describieron a Lalla Salma como una mujer "desdeñosa y despectiva" con un carácter "colérico y agresivo" empeñada además en "enfrentarse a sus cuñadas", las hermanas de Mohamed VI, pese a los "reiterados llamamientos al orden" de su esposo el rey. Nadie lee esos panfletos, pero desde un correo anónimo esos textos difamatorios fueron enviados, a principios de 2018, a centenares de personas influyentes en Marruecos como para justificar de antemano que el monarca se fuese a divorciar.
Los únicos en la familia real que no dieron entonces la espalda a Lalla Salma fueron Moulay Hicham, primo hermano del rey, apodado hace años el "príncipe rojo" por sus discrepancias con Mohamed VI sobre la manera de llevar el país, y su hermana, la princesa Lalla Zineb. Esta osó exhibirse al lado de la esposa divorciada en la Nochevieja de 2019 en Marrakech y juntas visitaron además el museo de Dar el Bacha. Los guardaespaldas se empeñaron con éxito en que ningún transeúnte pudiera tomar fotos.
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La empatía del hijo con el sufrimiento de la madre ha ido además in crescendo a medida que el heredero iba viendo los vídeos que una legión de youtubers marroquíes exiliados, con cientos de miles de seguidores, arremeten contra el "majzén", el círculo de poder que rodea el monarca, y contra el propio Mohamed VI, sin obviar su vida privada.
Quizás el más llamativo de esos vídeos puestos en circulación es aquel en el que el célebre actor marroquí Bachir Skiredj fue grabado a escondidas, en noviembre de 2018, por dos jóvenes a los que contó la turbulenta vida privada del rey. Hacía ya entonces seis meses que el soberano había fundado una especie de nueva familia integrada por los tres hermanos Azaitar, dos de ellos luchadores de artes marciales mixtas. Skiredj fue invitado a exiliarse y emigró primero a España antes de instalarse en EEUU, donde falleció en 2021 a causa del covid.
De lo que no cabe duda es que, cuando Moulay Hassan sea entronizado, los Azaitar volverán de inmediato a Alemania, el país donde nacieron y cuya nacionalidad ostentan además de la marroquí. Suscitan una animosidad generalizada no solo por parte del heredero sino de los consejeros políticos del rey, al que consideran cuasi secuestrado por estos brutos con, dos de ellos, antecedentes penales en Alemania. El séquito alentó la publicación de artículos mordaces contra la fratria, pero no sirvieron para disuadir al rey de seguir conviviendo con ellos.
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Está por ver la suerte que correrá a continuación el círculo muy reducido de los estrechos colaboradores de Mohamed VI, pero probablemente pagarán por haber martirizado a su madre. Si diarios digitales como Le Crapouillot Marocain arremetían contra un miembro de la familia real como Lalla Salma sin ser sancionados por la autoridad es porque eran espoleadas por aquellos compañeros de pupitre de Mohamed VI en el Colegio Real que ejercen el poder por cuenta del rey. Es más que probable que el príncipe heredero "les decapite a todos políticamente", vaticina un politólogo que años atrás anduvo por las arcanas del poder.
¿En quién se apoyará entonces para reinar? Reinar en Marruecos es gobernar porque la Constitución de 2011 otorga el jefe del Estado el grueso del poder Ejecutivo y el Gobierno es, en buena medida, una correa de transmisión del palacio real. El rey es, además, Comendador de los Creyentes, es decir, jefe espiritual de los musulmanes marroquíes, un título que Moulay Hassan también heredará.
La pregunta no tiene por ahora respuesta. Sus amigos son tan jóvenes e inexpertos como él. Su madre puede apreciar el trato que le ha dado Moulay Hicham, el príncipe díscolo, pero Moulay Hassan apenas conoce a su tío. "Todo esto son conjeturas porque no sabemos en realidad nada", asegura el catedrático Pierre Vermeren. "No se sabe de antemano cómo los hombres reaccionan cuando ostentan el poder absoluto", concluye. Y en Marruecos el rey sigue teniendo un poder cuasi absoluto.
Las imágenes fueron grabadas hace casi dos años, en abril de 2023, a la salida de la mezquita de Hassan II en Casablanca, después una velada religiosa presidida por el rey Mohamed VI. En ellas se observa cómo el ministro de Asuntos Islámicos, Ahmed Toufiq, se saltó por error el protocolo y se colocó justo detrás del monarca. Moulay Hassan, el príncipe heredero, le recordó con un gesto de la mano que ese no era su sitio, que debía estar detrás de él. El octogenario Toufiq acató y se apresuró en volver a su puesto en la fila.