Cientos de colegios e IES, sin inspector tras quedarse 12 puestos vacíos en las oposiciones

Cientos de colegios e institutos valencianos se quedan sin inspector de educación tras quedarse vacías 12 puestos vacíos en las oposiciones. Los propios aspirantes y el sindicato USIE -mayoritario en el cuerpo- han denunciado el "caos" de todo el proceso y la falta de personal que provocará que muchos inspectores tengan que duplicar su zona.

En total, de las 42 sustituciones que era necesario cubrir se han quedado vacías 12, un nuevo problema que estalla al conseller José Antonio Rovira y que lo sufrirá, previsiblemente, la provincia de Alicante. Conselleria estudia la forma de cubrir los puestos que quedan mediante un concurso de méritos.

La administración sacó recientemente 21 plazas fijas de inspector de educación, de las cuales sólo se han ocupado 14, que son las personas que han logrado aprobar la oposición. A esto cabe añadir los docentes que se quedan en bolsa para hacer las sustituciones, para lo cual es necesario aprobar dos de los tres exámenes que plantea la oposición. Tan solo 16 personas lograron entrar en la bolsa, haciendo un total de 30 nuevos inspectores para 42 puestos.

Así, faltan 12 puestos que no se van a cubrir. Según explica Miguel Bregel, portavoz de USIE, el principal problema es que este tipo de oposiciones que se hacen cada 4 o 5 años no generan una bolsa de trabajo, con lo cual no es posible incorporar más profesionales más allá de los que acaban de entrar.

Dimiten los responsables de las plantillas de profesores tras el varapalo del TSJ

Zonas sin inspectores

Ahora mismo hay unos 130 inspectores de Educación en la C.Valenciana, todos ellos con una zona determinada. Se elige una zona basándose en el número de alumnos, y no en el de centros, sin embargo los inspectores pueden tener varias decenas de centros bajo su cargo. En el caso de la zona de Paterna, por ejemplo, son más de 40 para un solo inspector.

El problema que denuncia el sindicato es que, al quedar vacíos 12 puestos, la provincia de Alicante será la más afectada, ya que es la que menos suelen elegir estos docentes. Así, muchos inspectores de educación de Alicante tendrán que duplicar su zona de actuación para paliar la falta de profesionales.

La responsable de estas oposiciones fue la ya ex directora general de Personal Docente Sonia Sancho, que presentó su dimisión este miércoles junto con el subdirector José Pascual, tras el varapalo del TSJ que obligó a Conselleria a cumplir con el acuerdo de plantillas del Botànic y contratar más de mil profesores. La gestión de estas oposiciones sería, según las fuentes consultadas por este diario, otra de las razones de su renuncia.

Plantillas congeladas

En el caso de los inspectores de educación, llueve sobre mojado, ya que recientemente reclamaron a Conselleria un incremento de plantillas después de 17 años congeladas.

Por otra parte, los inspectores reclaman un aumento de catalogación profesional, lo que supondría "hacer realidad un reivindicación histórica, tanto de reconocimiento como de prestigio". Otra reivinidicación es disponer de seguro de accidentes. "El trabajo del inspector de educación conlleva, en uso de sus atribuciones, múltiples visitas a los centros educativos utilizando el vehículo propio y siendo el inspector el conductor. Por eso solicitamos un seguro de accidentes para los desplazamientos", reclaman. Cabe recordar, continúan, "que los docentes de Formación Profesional cuando imparten el módulo de formación en Centros de Trabajo disponen de un seguro de accidentes y responsabilidad civil".

Los inspectores de Educación reclaman un aumento de plantillas tras 17 años congeladas

Mejoras en otras autonomías

El sindicato reivindica muchas de las mejoras que han tenido ya los inspectores en otras autonomías. Como por ejemplo en Madrid, Baleares o Andalucía, donde se han aprobado complementos para aumentar la remuneración o la categoría de profesional de los inspectores como se viene pidiendo desde hace tiempo.

"Todas estas comunidades tienen en común que gobierna el Partido Popular, de igual forma que la Comunidad Valenciana, que puso de manifiesto su voluntad de mejora de las condiciones económicas del Servicio de Inspección de Educación tal y como se define en la página 41 apartado 15.9; donde se vislumbra 'Mejoraremos las condiciones laborales de la inspección en relación con los espacios de trabajo, indemnizaciones, seguros o complementos'”, explican.

Recuperar funciones de la inspección

Fortalecer la inspección educativa era uno de los objetivos del conseller incluso antes de aterrizar en el departamento de Campanar, cuando consideraba que el cuerpo de inspectores estaba "vacío de competencias".

Para ello se rodeó de inspectores en sus puestos de mando, y dio las responsabilidades de Educación a Daniel McEvoy, el hombre de confianza del conseller, como secretario autonómico. De los cinco directores generales por debajo de McEvoy, cuatro son inspectores y solo una maestra.

La forma de gobernar contrasta mucho con la de la anterior conselleria de Compromís y PSPV, donde la propia Consellera Raquel Tamarit (y antes Marzá) eran profesores. El secretario autonómico Miguel Soler es profesor de Matemáticas, y la mayoría de directoras y directores generales eran maestras o directores de centros.

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