Un último baile en Pumarín para el decano de Primera FEB: el Alimerka Oviedo Baloncesto inicia hoy una temporada para sobrevivir y divertir

El OCB comienza con optimismo el que debe ser su último año antes de trasladarse al Palacio de los Deportes

Un último baile en Pumarín para el decano de Primera FEB / LNE

Antonio Lorca

Antonio Lorca

El Alimerka Oviedo inicia hoy (20.45) en la pista del Amics Castelló su decimosegunda temporada seguida en Primera FEB (antes conocida como LEB Oro). Eso convierte al equipo asturiano en el decano de una Liga en la que cada vez es más duro competir. Una prueba de ello es que el OCB ha disputado siete veces el play-off de ascenso a la ACB en las once temporadas que lleva en la segunda categoría del baloncesto español y dos de las cuatro en que no lo ha hecho son precisamente las dos últimas. Al Alimerka Oviedo le cuesta alcanzar el nivel económico de sus rivales, con hándicaps como el polideportivo de Pumarín, una cancha emblemática en la categoría pero que solo permite un aforo para 1.400 espectadores.

Pero el club de Oviedo siente que vienen tiempos mejores, con novedades como el traslado al Palacio de los Deportes, que debe llegar para la próxima temporada, y en el que se juega buena parte de su futuro. Agarrarse a una Liga tan atractiva como la Primera FEB, tratar de hacer un buen año y seguir enganchando a los aficionados al baloncesto de la ciudad y de toda Asturias son los grandes objetivos a corto plazo de un club que tiene uno de los presupuestos más bajos de la categoría, pero que ha demostrado desde que llegó a ella ser capaz de sacar mucho rendimiento a sus recursos y de competir en casi todas las circunstancias.

Se presenta un Alimerka Oviedo que, además, parece haberse adaptado bien a su realidad para encarar las cosas con optimismo. En ello tuvo mucho que ver lo que sucedió la pasada temporada, en la que el equipo rindió a un gran nivel y acabó con la sensación de haber podido ir un poco más allá de la permanencia. Lo más positivo es que de ese equipo siguen siete jugadores –incluyendo a Álex Tirador, que estaba en el equipo vinculado de la Universidad, y excluyendo a Hugo López, lesionado para toda la temporada al romperse la triada en un amistoso– que aspiran a que esas buenas sensaciones que transmitieron tengan un reflejo más claro en la clasificación en este nuevo curso. Una continuidad que es una de las grandes fortalezas de un proyecto que encabeza como entrenador por segunda temporada seguida (cuatro en total) Javi Rodríguez.

La pretemporada ha servido, también, para demostrar que esa convicción existe entre esos jugadores que han renovado su apuesta por el OCB. Un buen ejemplo es el de Francisco Amarante, que viene de un año en el que apenas pudo jugar por una lesión y que está ofreciendo un rendimiento altísimo y un gran nivel físico. Hasta la fecha, también Mikel Sanz, Marc Martí, Dan Duscak, Raúl Lobaco y Robert Cosialls están mostrando una versión como la de la pasada temporada o incluso mejor, lo que supone un avance para el grupo. El caso del mierense Álex Tirador es diferente, siendo su reto seguir creciendo junto a jugadores de los que puede aprender muchas cosas y tratar de ayudar todo lo que pueda al equipo, tanto en los partidos como en los entrenamientos.

En cuanto a los encuentros disputados desde que comenzaron los entrenamientos, es cierto que difícilmente pueden dar una medida de lo que va a suceder durante la liga, pero también lo es que no hay otra forma de medir al equipo. Tras el inicio, con una derrota dura ante el Estudiantes, el resto han sido victorias, algunas importantes, como las logradas en los dos partidos de la recién creada Copa España, ante dos rivales de la Liga, Alega Cantabria y Gipuzkoa Basket, a los que ganaron con mucha holgura.

En el apartado de fichajes, las cosas también parece que se han hecho bien tras la marcha de Héctor Galán, director deportivo del club desde su fundación y que dejó la entidad al final de la pasada temporada, incorporándose un tiempo después al Obradoiro, que será esta temporada uno de los rivales del OCB. Íñigo de la Villa llegó para reemplazarlo y su trabajo, coordinado con el entrenador, Javi Rodríguez, algo que ha sido habitual siempre en la forma de trabajar del OCB, se ha reflejado en la llegada de jugadores como Joaquín Valinotti, quizás el fichaje más importante que ha hecho este año el club de Pumarín. El base argentino, elegido como el de mayor progresión en la liga de su país, se adapta a la perfección al estilo dinámico que trata de implantar en el equipo Javi Rodríguez. Un tipo que promete dar mucho espectáculo esta temporada en Pumarín, como ya se vio en el duelo de Copa España ante el Gipuzkoa. También están rindiendo muy bien Ken West y Devin Hutchinson, las dos fichas extracomunitarias del club, un interior y un exterior que deben sumar puntos. Joshua Nurse, por su parte, ha llegado para aportar físico al equipo y aún falta por saber cómo se adaptará a una competición de tanta exigencia. El capítulo de fichajes se ha tenido que ampliar con la llegada de Kevin Bercy, un ala-pívot con experiencia en la categoría, que llega para suplir a Hugo López, cuya lesión ha sido lo peor que le ha sucedido al club en estas semanas de preparación.

Las novedades este año también han llegado a los despachos, con la mencionada salida de Galán, que ha obligado al club que preside Fernando Villabella a reorganizarse, colocando a Fernando García, alguien que lleva trabajando en el club casi desde su creación, como director general. Uno de los retos que se ha marcado es el de ampliar la masa social, con una campaña de abonados que a ocho días del primer partido de liga en Pumarín está en torno a los 900, siendo el objetivo llegar al millar. Y es que todo se hace ahora en el OCB mirando en dos direcciones: una, la Liga, en Pumarín, donde tendrán que sobrevivir en una categoría plagada de grandes fichajes; y la otra, el Palacio de los Deportes, por donde pasa el futuro del baloncesto en Oviedo.

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