Fútbol

El Mallorca de Arrasate es el mejor de la década

Los bermellones suman once puntos en siete jornadas, la cifra más alta de sus últimas temporadas en Primera, tres más de los que acumulaban en la campaña en la que quedaron novenos con Aguirre

Puntos del Mallorca en la jornada siete. / Raúl Sanz / Beatriz Bonal

Sebastià Adrover

Sebastià Adrover

El Mallorca de Jagoba Arrasate ya es el mejor de la década en Primera División en la jornada siete. Suma once puntos, más que en las dos temporadas de Javier Aguirre, la de Luis García Plaza y Vicente Moreno a estas alturas de campeonato. Es evidente que lo importante es cómo acaba el curso, pero de momento este inicio del camino está alimentando las ilusiones de una afición entregada. 

Estos once puntos de veintiuno posibles son una balance fabuloso, sobre todo porque el calendario estaba lleno de espinas con enfrentamientos frente a rivales en casa de la talla del Real Madrid (1-1), Villarreal (1-2), Sevilla (0-0) y Real Sociedad (1-0), y salidas complicadas que se han saldado con una sola derrota ante Osasuna (1-0) y los grandes triunfos, con un buen juego, en Leganés (0-1) y en el Villamarín (1-2).

Desde el descenso en la temporada 2012/2013 después de dieciséis temporadas en la elite, el club solo ha estado cinco campañas en la máxima categoría y la que acaba de empezar es la que presenta mejores guarismos, con diferencia.

Fichajes que no elevaron el nivel

Porque en la 2019/20, tras el mágico ascenso en la promoción ante el Dépor, el Mallorca vivió un ejercicio muy duro de principio a fin. Los bermellones vencieron en el estreno ante el Eibar (2-1), pero después pagaron la novatada con cinco derrotas y un empate que le dejaban en la penúltima posición tras los primeros siete encuentros, con apenas cuatro puntos. Pudo salir del fuego en algún momento puntual, pero la realidad es que el grupo que dirigía Vicente Moreno, con numerosos fichajes fallidos que no elevaron el nivel de lo que había en Segunda, no dio para más.

Dos temporadas después, tras recuperar de forma brillante la categoría, el Mallorca empezó el ejercicio mucho mejor. Bajo las órdenes de Luis García Plaza el equipo sumaba ocho puntos y ocupaba la decimosegunda posición después de haber logrado el triunfo en Mendizorroza frente al Alavés con una diana de Fer Niño (0-1) y ante el Espanyol, con tanto de Dani Rodríguez (1-0). Eso sí, aquella temporada se fue torciendo y el preparador madrileño fue despedido a falta de nueve jornadas. Javier Aguirre tomó las riendas y obró el milagro de la salvación, con un inolvidable triunfo en la última jornada ante Osasuna en Pamplona (0-2) y tras haber sumado siete de los últimos nueve puntos posibles. 

Ya con el ‘Vasco’ desde el principio, el Mallorca volvió a sumar ocho puntos en su arranque, que le dejaba en la media tabla, pero todavía estaba por explotar la pareja de ataque formada por Kang In Lee y Muriqi, con Galarreta por detrás. El listón que dejó este Mallorca está alto porque finalizó el curso en la novena posición y se quedó muy cerca de entrar en puestos europeos. Los seguidores vivieron una temporada en la que no tuvieron que mirar hacia abajo en la clasificación, todo un regalo.

Temporada difícil a pesar de la Copa del Rey

El curso siguiente fue mucho más difícil. Aguirre, a pesar de las llegadas millonarias de Darder, Larin y compañía, tardó en dar con la tecla y los fichajes estuvieron lejos de las expectativas. De hecho, en la jornada siete apenas sumaba seis puntos, solo uno por encima del descenso. El equipo logró la salvación con más sufrimiento del previsto en una temporada que será inolvidable por la clasificación para la final de la Copa del Rey. Perdió ante el Athletic en los penaltis, pero fue un acontecimiento histórico que distrajo a la hora de hacer los deberes.

Arrasate ha llegado para liderar un proyecto que reclamaba paciencia, pero la realidad es que ha provocado el entusiasmo entre el mallorquinismo a las primeras de cambio. El triunfo ante el Betis del pasado lunes (1-2) dispara las esperanzas de vivir un curso especial, sin penurias, y con la valentía y personalidad por bandera, independientemente del rival, que no es poco.

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