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Herradura, Raya y Corona: por qué unas regiones de España remontan y otras se siguen hundiendo
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LAS TRES ESPAÑAS VACIADAS

Herradura, Raya y Corona: por qué unas regiones de España remontan y otras se siguen hundiendo

El sociólogo Alberto Zamorano explica por qué la despoblación no es igual en toda España y por qué algunas zonas han conseguido revertir la situación y otras van cada vez van a peor

Agricultores en una manifestación en Ponferrada. (Europa Press/Carlos Castro)
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La Raya Leonesa es una franja de territorio que se extiende de manera paralela a la frontera portuguesa entre Ponferrada y Vitigudino, en la provincia de Salamanca. Una continuidad de territorios que se extiende por 11.573 kilómetros cuadrados que estuvieron conectados por la clausurada Ruta de la Plata y que hoy configuran una de las regiones más despobladas de toda Europa.

Su superficie total es mayor que las provincias de Barcelona, Valencia o Madrid, pero en la Raya solo viven 58.192 personas. Un poco menos que la población total de Arganda del Rey. La región está compuesta por siete de las diez comarcas que en toda España sufren "despoblación extrema". Su municipio más poblado, Vitigudino, alberga unos 2.363 habitantes. Dentro de la España despoblada, hay otra España más despoblada aún.

"Es un problema estructural especialmente grave: cinco habitantes por kilómetro cuadrado, menos que cualquier otra agrupación de comarcas que se haya estudiado hasta la fecha", explica el sociólogo y politólogo zamorano Alberto Zamorano. "Es una región que ha perdido un tercio de población desde 2000, un 20% de empresas desde hace 10 años, cuyos habitantes tienen una media de edad de 56,8 años y un índice de envejecimiento del 796%, es decir, por cada menor de 15 años hay siete mayores de 65".

Zamorano es el autor de Entre la persistencia y el olvido: hacia una clasificación comarcal de la despoblación, en el que propone una visión más compleja del fenómeno del vaciado de las regiones rurales. En el TFG define tres realidades a partir de distintos indicadores, desde la densidad hasta su índice de envejecimiento pasando por su índice de masculinidad: la Herradura Española, la Corona Madrileña de Desarrollo y la Raya Leonesa. El propio sociólogo vive a caballo entre Ocaña y Zamora, que casi se podría decir que representan dos de estas realidades: la que persiste y la olvidada.

"La despoblación en España tiene forma de herradura, es decir, existe un gran desarrollo en torno al arco mediterráneo y a Madrid capital, incluida la conexión entre Madrid y Valencia", explica. "Sin embargo, hay un epicentro de la despoblación que es León, Zamora, Salamanca y se expande por otros dos arcos en forma de herradura que rodean la Comunidad de Madrid".

La Herradura Española

Más que un donut con un gran agujero en el centro se trata más bien de un círculo truncado: la despoblación se concentra en el noroeste de la península ibérica. "No es todo el interior peninsular, porque Castilla-La Mancha está bien conectada con Valencia o Madrid, es un problema casi en exclusiva del noroeste, con la Serranía Celtibérica por un lado, con Extremadura, Jaén y Córdoba por el otro".

El caso de Asturias es ejemplar porque en él confluyen casi todos los factores que explican esta despoblación. Su desindustrialización, la dependencia económica del monocultivo de la minería y la ausencia de alternativas que compensen este declive. Y excepcional: en ella están las únicas comarcas con costa que sufren despoblación. Gijón, Llanes, Grado y sobre todo Luarca tienen unos "déficits graves" en envejecimiento, edad media de la población, inmigración y crecimiento. Gijón es una de las 25 comarcas (de las 326 fijadas por el Ministerio de Agricultura a mediados de los 90) donde menos crece la renta media.

Aunque el centro de la despoblación se encuentra en el noroeste, esta se extiende a lo largo de dos lenguas por el norte de Castilla, hasta Soria, y por el sur, hacia la frontera entre Castilla-La Mancha y el norte de Andalucía. No hay una relación entre los accidentes geográficos y la despoblación. "Las comarcas afectadas por niveles altos y extremos de despoblación, en particular, se encuentran predominantemente en regiones con una fuerte dependencia histórica de la agricultura, la minería o la industria, sectores que han experimentado un notable declive en las últimas décadas debido a la modernización y los cambios económicos globales", explica.

Tras esta despoblación se encuentra la crisis de las capitales de comarca, que si bien hace medio siglo podían haber vaciado los pueblos de su alrededor, en las últimas décadas habían sido claves para articular el territorio. "Si caen las capitales comarcales, caen aún más los pueblos que están alrededor", explica. "Es la pescadilla que se muerde la cola".

"La Raya Leonesa es el problema de despoblación más urgente de España"

La Raya Leonesa

Dentro de la Herradura, la Raya Leonesa presenta los peores datos de toda la península, formada por las comarcas de La Cabrera, Sanabria, Aliste, Sayago, Vitigudino, Ledesma y Fuente de San Esteban, que habían formado parte del Reino de León. "La Raya Leonesa se encuentra en un estado alarmante, y todo apunta a que, de no emprender medidas públicas de urgencia que aborden de manera holística y exclusiva su problema, su muerte como espacio comunitario llegará más pronto que tarde", explica Zamorano, a la sazón presidente del Colectivo de Ciudadanos de la Región Leonesa.

A pesar de estos indicadores que señalan al noreste como la región más afectada, la imagen de "España vaciada" sigue vinculada a otras regiones como la conocida como la Laponia española, la Serranía Celtibérica. Zamorano recuerda en su trabajo que tiene una densidad de habitantes mayor que la de la Raya Leonesa: 6,99 habitantes por kilómetro cuadrado frente a 5,03. Quizá, sugiere el sociólogo, porque es más fácil visualizar una realidad cuando tiene un nombre.

"Hasta que no se empieza a hablar de Raya Leonesa no se le pone nombre a un problema que es estructural, tiene unos límites geográficos definidos y es la más urgente de España, tanto por la población que está perdiendo como por indicadores socioeconómicos como la renta media familiar o el número de empresas", explica. "La Serranía Celtibérica va bastante mejor en cuanto a sus indicadores socioeconómicos y ha frenado la población que pierde, tiene más futuro que la Raya Leonesa”.

¿Qué solución propone para revertir la situación? Por una parte, la expansión de infraestructuras: "Esas comarcas limítrofes con Portugal tenían una gran interrelación con los pueblos del país vecino, que se veía limitada por la pésima red de caminos rurales y que empeora en 1985 con la clausura de la ruta ferroviaria La Fuente de San Esteban-Barca D'Alva", explica. No hay autovías ni autopistas que conecten esas comarcas con Portugal y la Nacional 122, la carretera de la muerte, tiene una de las mortalidades más elevadas de España.

Zamorano dedicó su TFG en Ciencias Políticas a analizar cómo la configuración de las autonomías durante la Transición había afectado el desarrollo de la región leonesa en Castilla y León. En él contradice la teoría de que a León le ha sido peor porque ya estaba peor desde un primer momento. "Lo analicé estadísticamente y vi que no, entre 1979 y 1983 en la mayoría de variables (tasa de paro, crecimiento poblacional, densidad), no había diferencia entre León y Castilla", defiende. "Sí había un pequeño desfase en cuanto a PIB pero se amplía a partir de los años noventa".

Por ello, reivindica la comarca como unidad administrativa a la hora de tomar medidas para frenar la despoblación, ya que son las que tradicionalmente han articulado el territorio. "Uno de los hándicaps es la falta de competencias administrativas para las comarcas, hay CCAA que no las tienen ni definidas", explica. "La Raya Leonesa no tiene ni competencias ni una estructura socioeconómica dinámica para remontar por sí misma, necesita unos planes tanto autonómicos como provinciales o estatales claros y definidos y específicos para esta zona".

El encarecimiento de la vivienda en Madrid ha favorecido a las comunidades contiguas

Ante la posibilidad de un 'procés' leonés, el sociólogo defiende que el siguiente paso debería ser "abrir el debate para que la gente opine, que tenga más reconocimiento dentro de la Comunidad Autónoma, reconocer que existe este problema, darle un reconocimiento a nivel administrativo y que sean los propios ciudadanos los que decidan qué quieren hacer con su futuro".

La Corona Madrileña de Desarrollo

Si la Herradura Española y la Raya Leonesa representaban la España olvidada, la Corona española es la que persiste (e incluso remonta). Se trata de 33 comarcas distribuidas en 11 provincias circundantes a Madrid configuran "un área de notable crecimiento y actividad económica" gracias a su proximidad a la capital de España.Regiones que tienen un acceso relativamente fácil a Madrid y que, juntas, albergan más población que la propia capital. 9.340.799 ciudadanos que habitan con una densidad de población de 130,78 personas por kilómetro cuadrado, una tasa de crecimiento de un 17,7% y una edad media de 45 años. Comarcas que han sido favorecidas por el encarecimiento de los precios de la vivienda en la capital, así como por la expansión del teletrabajo.

La Sagra-Toledo, Torrijos y Campiña (Guadalajara) son las regiones que más se desarrollan en la corona madrileña y que se benefician del convenio de transporte entre Madrid y Castilla-La Mancha, que facilita el desplazamiento de 79.300 usuarios a través de Cercanías y autobuses interurbanos. La Campiña, donde se encuentran municipios como Azuqueca de Henares, Cabanillas del Campo, El Casar o Humanes, llega a superar en crecimiento al área metropolitana de Madrid.

No por casualidad son las mismas zonas que se vaciaron hace más de medio siglo con la migración del campo a la ciudad y que, gracias a la mejora de las infraestructuras de conexión con la capital, han conseguido frenar el proceso de despoblación. "La renovación del Convenio de Transporte entre Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid, con su enfoque en la expansión de los servicios de Cercanías a las comarcas aledañas, ejemplifica una estrategia integral que busca no solo mejorar la movilidad inmediata, sino también promover la integración económica y social de las regiones periféricas", explica.

¿Es posible que la capital siga ampliando su área de influencia y absorba parte de la Herradura gracias, por ejemplo, al AVE que permite que alguien viva en Valladolid y trabaje en Madrid? Zamorano no lo cree, "tanto por distancia geográfica como por otros tantos índices". En su opinión, "la Herradura solo puede solucionarse desde la propia Herradura".

Las Tierras Altas y las islas aumentaron su población un 22,4% entre 1961 y 2011

El teletrabajo tampoco es la panacea, porque resulta complicado encontrar vivienda en el mundo rural. Además, sigue habiendo resistencias a su expansión. "Hay una generación que ha construido su riqueza en base a bienes inmuebles, es decir, en base la vivienda, y que necesitan que Madrid esté sobrecargada para seguir ampliando su beneficio económico", añade. "España no asume el teletrabajo como modelo, porque si permites a la gente irse de Madrid, el precio cae".

Para Zamorano, el modelo a seguir es el de la Highlands and Islands Enterprise (HIE), que consiguió revertir la situación de las Tierras Altas y las islas escocesas. "La visión holística de HIE abarca un modelo de desarrollo integral que incluye no solo los sectores económicos tradicionales sino también la atracción de trabajadores cualificados, la dotación de infraestructuras básicas, la conectividad digital, el acceso a vivienda y servicios de calidad, la oferta cultural, la adecuación del marco normativo con una fiscalidad diferenciada y la promoción del emprendimiento", explica.

Las Tierras Altas y sus islas habían perdido más de 100.000 habitantes desde 1850. Entre 1961 y 2011 consiguieron aumentar su población un 22,4%, "diez veces más que el conjunto de Escocia". ¿Sería replicable en la Raya Leonesa? El sociólogo así lo cree.

La Raya Leonesa es una franja de territorio que se extiende de manera paralela a la frontera portuguesa entre Ponferrada y Vitigudino, en la provincia de Salamanca. Una continuidad de territorios que se extiende por 11.573 kilómetros cuadrados que estuvieron conectados por la clausurada Ruta de la Plata y que hoy configuran una de las regiones más despobladas de toda Europa.

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