El juicio que acaba de terminar en Nueva York, en el que el ex presidente ha sido declarado culpable de influir en las elecciones de 2016 sobornando a una actriz porno, será probablemente el último de Donald Trump antes de las elecciones presidenciales de noviembre. Los analistas trabajan ahora sobre el veredicto y su impacto en el electorado, pero hay un grupo que parece inmune a las dudas: la base más leal y ferviente de Donald Trump, los cristianos evangélicos blancos, que le han apoyado en más de un 80% desde 2016.