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La secreta conexión nazi de la 'Novena Sinfonía' de Beethoven que ahora avergüenza a la UE
Hoy hace 200 años del estreno en Viena de una sinfonía colosal y revolucionaria que acabó adoptándose como himno oficial de la UE. El arreglista de la partitura fue Herbert von Karajan, afamado director y ex afiliado al partido de Hitler. Nadie, desde 1972, ha conseguido arrebatarle los derechos
El director austriaco Herbert von Karajan, durante un concierto en 1945.GETTY IMAGES
Beethoven no pudo escuchar los aplausos, pero sí vio los gestos de euforia del público que ocupó hasta la última butaca del Teatro de la Corte de Viena aquel 7 de mayo de 1824. La catarsis colectiva en que devino el estreno de la Sinfonía nº 9 obligó a los músicos a repetir varios pasajes mientras la policía imperial pedía silencio. Algunos cronistas aseguraron que el compositor, ya completamente sordo, dirigió el concierto con los ojos cerrados,
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LA LECTURA
Arte
Cómo el arte pop se convirtió en un género "rupturista" en la España del tardofranquismo
Como una exposición doble entre Barcelona y Madrid, la Fundación Suñol y la galería Guillermo de Osma contraponen las distintas visiones del arte pop en nuestro país
'Pim-pam-pom' (1971) de Equipo Crónica se expone en la Fundación Suñol.COLECCIÓN RAFAEL TOUS
Entre la diversidad de formas estilísticas y movimientos artísticos que afloraron en las décadas de los años 60 y 70 hubo algunos que, en el panorama español, destacaron de modo singular. Entre ellos se encontraba el famoso Equipo Crónica, influido por la estética pop y de gran componente crítico sobre el que la Fundació Suñol de Barcelona realiza una exposición comisariada por Michèle Dalmace y que hasta el 13 de julio estará abierta al público, con más de una treintena de obras procedentes de colecciones privadas y museos de la ciudad, Valencia, Madrid e incluso Francia. En ella se muestran grandes óleos de los principales representantes patrios del pop: Manolo Valdés, Rafael Solbes o Juan Antonio Toledo.
En Madrid, la galería Guillermo de Osma, con una trayectoria de más de 30 años siendo referencia de la vanguardia, también ha puesto en marcha la exposición Pop y otras figuraciones (abierta hasta el 28 de junio) que supone una reflexión de las distintas figuraciones que tuvieron lugar en las décadas centrales del siglo XX como reacción a la abstracción. Casi medio centenar de obras muestran composiciones de estética pop de Eduardo Arroyo y Eduardo Úrculo (del que se acaba de inaugurar una exposición en Pozuelo de Alarcón); de Equipo Crónica y el colectivo Realidad; de Alberto Greco, con sus referencias a la Historia del Arte y a los iconos populares; además de contar también con un conjunto de obras de la Escuela de Madrid. Esta se encuentra ampliamente representada con Antonio López (y su icónica El membrillero, de 1962) y con grandes mujeres artistas de la talla de María Moreno (con Cámara con cama y bicicleta, de 1963) y Amalia Avia, entre las que destaca en la muestra su obra Rebajas de enero, firmada en 1967. Hay sitio también para la sevillana Carmen Laffón con su Bodegón de las pequeñas cosas (1964), La alberca y la figura roja (1961) o Flores sobre la mesa (1978), todas ellas de delicada pincelada y marcado academicismo.
'El desfile' (1974) de Ángela García Codoñer, en la galería Guillermo de Osma.
Pero especialmente relevantes son un grupo de autoras de carácter feminista, representadas por Eulàlia Grau, Isabel Oliver (con su díptico sobre la mercantilización del arte, de 1975) o Ángela García Codoñer, sobre todo en el caso de esta última con sus obras El desfile o La reina de la serie Misses, de 1974, donde la artista muestra una visión crítica del mundo de la belleza a partir de recortes de revistas femeninas. Isabel Baquedano, Marta Cárdenas (con un Autorretrato de la artista con pañuelo amarillo, firmado en 1978), Ana Peters, o Esther Ferrer con su obra Una proposición Zaj (1970) dan buena cuenta de la presencia femenina en el arte de mediados del pasado siglo y de su personal modo de entender los cambios sociales.
Destaca también la importante presencia de creadores internacionales como Andy Warhol (con su obra Ladies and Gentlemen, de 1975), Christo, Kitaj, Hockney (con un dibujo realizado con lápices de colores titulado Red and blue interior, firmado en 1965) o Tom Welsselmann, con su desnudo femenino en acrílico sobre lápiz y papel de 1980.
Guillermo de Osma no considera que todos los movimientos artísticos tuvieran un origen rupturista pues «muchos son la evolución de movimientos previos o la recuperación de ideas y modelos que se habían olvidado, sin más voluntad que esa». Sin embargo, en el caso del arte pop y el resto de figuraciones de la época, «sí tienen ese carácter de ruptura ya que el coetáneo arte abstracto (el informalismo) gozaba del beneplácito de las instituciones y, en cierto modo, monopolizó el panorama artístico. Eso provocó una voluntad de cambio que desencadenó irremediablemente el nacimiento de movimientos artísticos centrados en describir la realidad del momento con más o menos crítica social».
La figuración en las artes plásticas siempre ha facilitado el modo de encontrar alternativas creativas y, si primero supusieron un enfrentamiento con la situación política y social del país, más tarde evolucionaron hasta convertirse en una feroz crítica a la sociedad de consumo hasta, posteriormente, avanzar hacia el individualismo que la posmodernidad anunciaba. «Todas las corrientes artísticas son la expresión de una época y la representación de un modo de percibir la realidad», señala De Osma. En este caso, las distintas tendencias representadas en la exposición (hiperrealismo, realismo mágico, realismo social, arte conceptual, etc.) son la prueba de cómo muchos artistas de los años 60 y 70 en España optaron por un arte figurativo en respuesta a un arte oficial (abstracto) que triunfaba en bienales y galerías extranjeras. Ya fuese como crítica política o como reivindicación de una realidad olvidada.
El recorrido que plantea Pop y otras figuraciones es el reflejo de la nueva sociedad que necesitaba un lenguaje propio. Las obras, que proceden de galerías nacionales e internacionales y de colecciones particulares, son todas excepcionales ejemplos de propuestas y posiciones que cuestionaban los cánones establecidos. De hecho, fueron muchas las publicaciones, más o menos especializadas, que se interesaron por estas ideas, favoreciendo el desarrollo de corrientes y movimientos civiles que derivaron en nuevos interrogantes y respuestas sociales. Una exposición necesaria para reafirmar la importancia del arte como instrumento generador de ideas donde la mujer, cada vez con más fuerza, afloraba para reivindicar un papel que hasta entonces se le había negado.