Los excesos llevaron otra vez a Diego a una sala de terapia intensiva

El ídolo desafió los límites del tratamiento y quedó internado. Se trató de una "transgresión alimentaria", según su médico.

Aliento y reproches....los fanáticos de Maradona volvieron a la clínica y de nuevo la convirtieron en un centro de peregrinaje.

El convaleciente Diego Maradona desafió los límites al desarrollar una febril actividad, que incluyó copiosas comidas, e incurrió en una "transgresión alimentaria" que lo devolvió ayer a una sala de terapia intensiva del sanatorio donde había estado internado por una grave afección cardio-pulmonar.

A seis días de haber abandonado por propia voluntad la Clínica Suizo-Argentina, Maradona sufrió una recaída por la que en la madrugada del miércoles fue hospitalizado nuevamente por su médico personal, Alfredo Cahe. El parte oficial indicó que Maradona, de 43 años, fue internado "por su médico de cabecera luego de una transgresión alimentaria", al aludir a que no respetó la dieta indicada. Maradona tiene un sobrepeso que le generó una "exageración de fatiga", dijo Cahe en referencia a las dificultades respiratorias de su paciente, por las que resolvió regresarlo a la clínica donde había estado 11 días en el sector de cuidados intensivos, la mayoría del tiempo con respirador artificial.

Desde que abandonó la clínica el jueves pasado, sin el alta médica explícita pero con el visto bueno de Cahe, Maradona se instaló en una lujosa casa de campo, ubicada a 50 km al oeste de Buenos Aires, la misma desde donde fue llevado al borde de la muerte, el 18 de abril. Aún convaleciente, Maradona se dedicó a su nueva pasión, el golf, deporte al que jugó casi todas las mañanas, desafiando el frío y la humedad, e inclusive llegó a mostrarse con el torso desnudo ante las cámaras. Controlado de cerca por su médico personal y una enfermera permanente, Maradona recibió decenas de visitas, entre ellos futbolistas y entrenadores.

No obstante, recién el sábado lo fueron a saludar sus hijas, Dalma (17) y Gianina (14), y debió esperar hasta el lunes para ver a su ex esposa Claudia Villafañe, quien había estado junto a él durante la internación pero no acompañó la decisión de Maradona de abandonar la clínica. Madre e hijas participaron de la comida de despedida del ex astro, que se disponía a partir a Cuba para retomar un tratamiento de rehabilitación.

Como si fuera la última cena, el ex jugador dejó de lado básicas recomendaciones para un enfermo cardíaco e ingirió un asado, consistente en carne vacuna con pesadas achuras (menudos de res) a la parrilla, todo regado de buen vino. Este no habría sido el único exces cometido por Maradona, quien se mostró lúcido pero con dificultades para hablar y aún muy excedido de peso, el viernes en una entrevista realizada por Susana Giménez. Según dejaron trascender algunos de los visitantes a la casa de campo, Maradona también se dio el gusto de ingerir emparedados de milanesas, y tomó vino con sus amigos, a quienes les regaló botellas de la bodega que lleva su nombre, pero a condición de compartirlas. Unas horas después, lo visitaron jugadores del equipo de vóley de Marcelo Tinelli, quienes confesaron que "tomamos mate con facturas", otra poco recomendable combinación alimentaria para la estricta dieta que debía seguir. (AP)

Según Cahe, es sólo un chequeo

El médico personal de Diego Maradona, Alfredo Cahe, declaró que la nueva internación del ex astro del fútbol es para un chequeo antes de su viaje a Cuba, aunque admitió un cuadro de insuficiencia respiratoria.

Cahe agregó que Maradona sufre una insuficiencia respiratoria, que el síndrome de abstinencia de su adicción a las drogas está controlado y que permanecerá internado dos o tres días, por lo cual queda descartado el viaje a Cuba que, supuestamente, estaba preparando para hoy.

Apenas conocida la nueva internación, volvieron los fanáticos a la vereda de la clínica porteña. "Los hinchas de Boca vamos a hacer guardia, vamos a rezar por la salud de Diego y el jueves traeremos una imagen de la virgen de Luján para que lo acompañe", aseguró un hombre de 46 años.

Silvia, una joven que pasaba en forma circunstancial por el lugar y permaneció unos minutos frente a la clínica en busca de información, opinó que Maradona debió haberse refugiado en su familia en lugar de alojarse en una casa de campo. (AFP)