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Hugo Núñez, el mexicano que da voz a Nelson en Los Simpson nos cuenta su historia

Con más de 15 años de trayectoria en la industria del doblaje, este mexicano nos cuenta de su infancia, de cómo logró su sueño. Él fue el invitado especial del Harakiri Fest, realizado en El Salvador.

Hugo Nunez
Hugo Nunez

Como a la mayoría de niños, le gustaba ver caricaturas, pero sentía una enorme curiosidad por saber cómo era posible que hablaran. Cuando su madre le reveló el secreto, a los 7 años, él le dijo: “Cuando sea grande, voy a ser voz de caricatura”. Ella pensó que estaba loco, pero lo consiguió.

Siempre ha sido fiel seguidor de los cómics, de los dibujos animados y de los anime japoneses. A sus 10 años improvisaba teatros en casa a base de tendidos de cortinas, con sus actuaciones cautivaba a su familia con personajes de comedia, le gustaba ser el centro de atención; lo poco que sabía de teatro lo había aprendido en talleres escolares.

En medio de adversidades económicas y familiares se graduó de bachiller, estudió una carrera universitaria para complacer a su madre y, después, persiguió su sueño hasta conquistarlo.


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Ahora Hugo Núñez es un referente en cuanto a la actuación en doblaje de voz, una industria que suma más de 50 años de trayectoria, más 30 empresas y unos 300 actores, sólo en México. Se ha destacado en personajes como Nelson en Los Simpson, cuya voz interpretó durante 10 temporadas (17-26), y “L” o Lawliet en la serie de anime Death Note. 

Su dominio de la voz también le ha valido ser  la voz oficial de algunas marcas comerciales,  pero en la actualidad ha logrado alcanzar el máximo honor al que un actor de doblaje puede aspirar: ser director de doblaje.

Él es el director de doblaje de la serie animada japonesa Speed Racer, conocida como Meteoro, de casi toda la programación de Sundance Channel y del filme Paraíso Perdido.

Ama su trabajo y lo único que lamenta es no poder dedicar la suficiente presencia física para sus hijas: Samantha, de 18 años, y Abigaíl, de 16, quienes viven al norte de México, mientras él vive en la capital o se la pasa viajando a convenciones en el extranjero. 

Cuenta que la mayor también sueña con ser actriz de doblaje y es bastante probable que al graduarse de bachiller se incline por la carrera en Artes, mientras que la menor solo piensa en One Direction. Ellas y su esposa, Bibi, son el motor que lo hace cada día seguir adelante.
Recientemente, él fue el invitado especial del Harakiri Fest, realizado en El Salvador, y concedió una entrevista a El Diario de Hoy.


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¿Cuando dijiste en casa que lo que querías hacer en tu vida era ser voz de caricatura, qué dijeron tus papás?
Mi madre dijo: “Bueno, está chico, está estudiando, que se mantenga entretenido en algo, que no ande en la vagancia”. Ella lo veía como una diversión; pensaba: “Ya se le va a pasar”. Pero cuando llega el momento de elegir una carrera y le digo que me lo voy a tomar en serio (...) No estuvo nada de acuerdo. Fue un conflicto terrible, fue un jaleo espantoso. Cuando mi hermano llegó a la edad de estudiar una carrera y le dijo que quería ser músico, vino y nos dijo: “¿Saben qué? Váyanse al diablo. Hagan lo que quieran. Ya vi que los dos están locos”.

¿Y cómo hiciste?
Mi madre aceptó que mi hermano y yo éramos artistas hasta cuando terminé una carrera. Yo soy Profesor de Historia. Eso es lo que estudié en la universidad para que mi mamá estuviera tranquila. Mi hermano, Marcelo, ahora es vocalista de una banda mexicana de ska, La Real Skasez, (...) y en los conciertos mi mamá es la que más grita, la que más baila y la que más pega gritos cuando él está en el escenario. Está muy orgullosa de las carreras de ambos.


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¿Y cómo llegas a la actuación de doblaje?
Yo acababa de terminar la otra carrera y me estaba muriendo de hambre, porque realmente nunca la ejercí. Casi que solo fue: ‘Mamá, ten’. Y me fui a perseguir mi sueño. Yo ya actuaba para teatro e hice también algunas cosas pequeñas para televisión, pero me desesperó mucho  porque: primero, por no ser una gran figura, está mal pagado; segundo, para hacer una escena pequeña de telenovela pierdes todo el día esperando a los señores protagonistas. Y me desesperó muchísimo que yo tengo formación como actor y que estoy capacitado para representar a cualquier personaje, pero cada vez que necesitaban a un delincuente, a un violador, a un chico de la calle me llamaban. Me tenían muy encasillado en esos personajes por mi ascendencia o por mi imagen, los tatuajes, mi pelo de colores. Entonces, me desesperó y dejé la televisión por la paz.

¿Y luego? ¿Qué edad tenías, entonces?
Yo tenía unos 20 y algo. Y a la ciudad de México llegaban bastantes convenciones de cómics, y comenzaban a llevar a actores de doblaje de mis series favoritas. Entonces, hace 17 años, yo fui a una de estas convenciones y allí estaba el elenco original del doblaje de Los Simpson y entre ellos estaba Gabriel Chávez, la original y única voz del Sr. Burns, don Gabi, y le pedí que me ayudara a entrar a la industria del doblaje.

¿Y así consigues ser Nelson en Los Simpson?
No tan rápido. Yo me casé muy joven. Tenía dos hijas. Mi madre estaba enferma. No tenía dinero. Pero quería mi sueño. Y don Gabi me dijo que había escuelas donde podía estudiar la especialidad de doblaje de voz y yo le dije que no tenía dinero. Y el señor, amablemente, me consiguió una beca, a un completo desconocido, a un fan que se le acercó a pedirle algo (...). 

Cuéntanos sobre tu voz como Nelson.
Yo ya tenía una trayectoria de unos seis o siete años en la que hacía distintos personajes. Viene en eso una disputa entre el sindicato de actores y la empresa que llevaba el doblaje de Los Simpson y ya venía la temporada 16. Y Fox le dice a la empresa de doblaje: “A mí no me interesa. Yo necesito mi producto doblado al español. Haz lo que quieras”. Y cambian a todas las voces y así empiezo en la temporada 16 con papeles pequeños. Y para la 17 me dice la directora de doblaje: “Te llamas Nelson”. No sé si te ha pasado que se te ilumina todo, escuchas a un coro de ángeles cantando el Aleluya. 

¿Anécdotas tras bambalinas? Cuéntanos lo que no sabemos.
¡Y es bueno que no sepan! Si supieran  la cantidad de barbaridades que hacemos con sus personajes favoritos (...) Es muy divertido. Hay personajes favoritos que alguna vez han dicho alguna peladez o alguna grosería, pero es en los ensayos, precisamente para desestresarnos. Todos los involucrados, ingenieros de sonido, productores, locutores, traductores y director llegamos a convertirnos en una gran familia.

¿Cuándo ves televisión doblada?
Noo (...) ni te imaginas. Yo ya dejé de disfrutar cine y TV doblados, hace mucho tiempo. Me la paso: ese diálogo quedó corto, ese quedó largo, ese no es el tono, esa voz no le va al personaje (...) Mi mujer, pobrecita, al principio me decía: ¡Me arruinaste la vida! ¿Yo no me fijaba en eso, yo solo veía TV! Hoy ya también ella es así.

¿Qué haces en tu tiempo libre?
Yo no sé lo que es eso de descansar o de tener vacaciones. Es un trabajo difícil el que me tocó. El tiempo libre que me queda lo paso al lado de mi esposa. Con mi madre hablo todos los días, aunque no nos veamos. Con mis hijas me mantengo conectado y comunicado por medio de la tecnología. Cuando no estoy los fines de semana en convenciones me quedo en casa o salgo a dar una vuelta con mi esposa, Bibi, comemos pizza y vemos películas. Mi momento favorito del día es: apagar la luz y recostarme en el hombro de mi esposa. Allí es cuando digo: ‘Ya’.

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