Paul Watson, fundador de la organización ecologista Sea Shepherd, ha abandonado Alemania, donde se encontraba en libertad bajo fianza de 250.000 euros y arresto domiciliario, hacia un destino desconocido, ha corroborado su abogado.
Watson, de 61 años, fue detenido el 13 de mayo en Fráncfort. Y desde el 22 de julio no se ha presentado a los controles judiciales.
Un tribunal alemán aprobó el miércoles la extradición del ecologista canadiense a Costa Rica, país que le acusa de haber violado el derecho marítimo durante el rodaje de «Los Señores del mar» (Sharkwater) en aguas de Guatemala en 2002.
El documental denunciaba la práctica del «aleteo», consistente en pescar tiburones para cortarles las aletas y arrojar sus cuerpos al mar.
Costa Rica denunció que Watson había puesto en peligro a la tripulación del barco costarricense «El Varadero», cuyos ocupantes aseguraron que Sea Shepherd intentó matarles. La organización conservacionista, en cambio, afirma tener pruebas de lo contrario en un vídeo.
Juicio justo
«Estamos muy decepcionados por la decisión. Pero si se ha marchado es que no le quedaba otra alternativa», ha declarado Lamya Essemlali, presidenta de Sea Sheperd.
En una entrevista concedida en mayo a la agencia de noticias francesa AFP, Watson no escondía su temor: «No tengo ninguna razón para creer que el sistema judicial de Costa Rica me ofrecerá un juicio justo. La mafia de la aleta de tiburón puso precio a mi cabeza. Una cárcel costarricense daría una excelente ocasión para ejercer ese contrato mortal contra mí».